Antes de adquirir una vivienda, intentaras cerciorarte de que se encuentre en las mejores condiciones para habitarla, prestando suma atención a los materiales, la infraestructura y el funcionamiento de las instalaciones (a menos que hayas buscado una vivienda para restaurar). Aunque al hacer el recorrido para conocer la propiedad puedas observar el estado actual de la vivienda, no tendrás la seguridad para abrir cada grifo o revisar minuciosamente todos los pomos, así que luego de la compra del inmueble será necesario hacer una revisión mucho más exhaustiva antes de comenzar la mudanza.
En primer lugar será necesario verificar el funcionamiento de cada instalación eléctrica a detalle, desde los focos y conecciones, hasta la caja de distribución y cableado eléctrico. Del mismo modo deberás revisar las conecciones de tuberías, el funcionamiento de la plomería, el desagüe y los grifos, prestando especial atención a posibles fugas o goteras. Finalmente es importante que aproveches esta oportunidad si deseas pintar alguna habitación, así evitarás tener que cubrir y sacar tus pertenencias del lugar.
Luego deberás hacer una revisión del mantenimiento y seguridad, revisando ventanas, cristales y escalones. En algunas ocasiones es recomendable cambiar la cerradura, aunque esto queda completamente al criterio personal. En el caso de instalar un sistema de seguridad y vigilancia, será más cómodo hacerlo antes de comenzar a habitar la propiedad, así al momento de la mudanza ya contaras con la sensación de seguridad extra que otorgan estos sistemas.
Siguiendo estos simples pasos podrás conocer mejor las condiciones de habitabilidad de tu nueva propiedad, y en caso de presentarse alguno de estos problemas, podrás repararlos antes de que empeoren, de una forma rápida y sin causar molestias a tu familia. De esta manera aseguras una mudanza mucho más sencilla, a un espacio completamente agradable, listo para ser habitado y brindar todas las comodidades.