En la actualidad la venta de propiedades ejecutadas ha aumentado en el mercado inmobiliario, debido a la gran cantidad de préstamos otorgados en los últimos años. En la búsqueda de las entidades bancarias por recuperar el dinero, ofrecen las propiedades a un precio sumamente bajo en comparación al resto de propiedades disponibles en el mercado inmobiliario, creando un atractivo cada vez mayor en los compradores.
Aunque el precio es sumamente beneficioso, la compra de propiedades subastadas con ejecución hipotecaria son procesos complicados y largos debido a la cantidad de factores a tomar en cuenta. Existen distintas opciones de compra además de las subastas, como las ventas “short sale” y las propiedades recuperadas por la entidad bancaria (que no son vendidas en la primera subasta). Estas permiten un margen de negociación más amplio que en las subastas, pero significan procesos igual o más complicados y lentos.
Por otra parte, las más comunes son las subastas, pero para acceder a ellas necesitas cumplir con algunas condiciones que puedan asegurar al banco que este no sufrirá una nueva pérdida. En primer lugar deberás hacer un aporte inicial de hasta el 30% del valor de inmueble (estipulado según el banco) que te permita participar en la subasta. Además deberás contar con una financiación o préstamo que de constancia de que posees la capacidad económica para comprar la propiedad, o encontrar este financiamiento mínimo 20 días luego de que hayas ganado la subasta, sino perderás la posibilidad de compra y el aporte o depósito inicial.
Estas subastas y ventas de ejecución son más complicadas que una compra común, y además suponen una presión a nivel económico ya que en todas las opciones demostrar al banco que eres un comprador confiable. Sin embargo, si cuentas con la capacidad financiera que el banco requiere en el comprador, no debes dudar en considerar esta opción, pues es mucho más económica.